El origen del Estado: desde Engels a los hallazgos actuales
- 27 jun
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Cuando pensamos en el Estado, solemos imaginarlo como un ente necesario e inevitable, casi como si fuera una parte intrínseca de la “naturaleza humana”. Desde las primeras ciudades-Estado de Mesopotamia hasta los modernos sistemas democráticos o autoritarios, el Estado aparece como la única forma viable de organizar grandes comunidades. Sin embargo, esta concepción no es más que un mito.

Friedrich Engels, en su obra El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, propuso una tesis revolucionaria:
"El Estado no ha existido siempre, ni representa a toda la sociedad".
Ofreciéndonos una perspectiva donde el Estado no es un producto natural ni un contrato social armónico, sino una herramienta histórica creada para proteger intereses de clase, emergida cuando la propiedad privada y la división social se consolidaron.
Hoy, gracias a la antropología y arqueología moderna, sabemos que el proceso fue aún más complejo. La investigación sobre sociedades antiguas como las de la Antigua Europa o Creta revela que existieron formas avanzadas de organización sin Estado, sin patriarcado y sin grandes desigualdades, lo que desafía la idea de que la centralización y la violencia sean inevitables.
La teoría de Engels: el Estado como producto de la desigualdad
Engels sostiene que las primeras sociedades humanas eran igualitarias y comunales. Estas comunidades vivían en lo que él llamó “comunismo primitivo”, basado en la cooperación y en la propiedad colectiva.

Sin embargo, con el paso a la agricultura y la domesticación de animales (la revolución neolítica), comenzó a generarse excedente, es decir, producción que superaba las necesidades inmediatas. Este excedente permitió la acumulación y apropiación privada, que dio lugar a diferencias económicas y sociales.
Cuando esta desigualdad se hizo estructural, surgieron clases sociales. La clase dominante, para mantener su posición y controlar a los demás, necesitó crear un mecanismo de coerción: el Estado.
"El Estado no es el resultado de un contrato libre, sino el producto de la necesidad de contener los antagonismos de clase."— Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado
El Estado, entonces, surge como aparato de represión, y no como expresión del bien común. Aparece para proteger la propiedad privada y perpetuar la dominación de unos pocos sobre la mayoría.
Los nuevos hallazgos: sociedades sin Estado y sin dominación
El trabajo de Gabriel Santos del Prado (2020) y los hallazgos de Marija Gimbutas, Riane Eisler y Gordon Childe ofrecen evidencias que matizan e incluso complejizan la visión de Engels.
Por ejemplo, las sociedades neolíticas de la Antigua Europa (6500–3500 a.C.) y Creta minoica desarrollaron:
Culturas urbanas y artesanales avanzadas.
Economías agrícolas sostenibles.
Propiedad comunal o compartida.
Ausencia de fortificaciones y armamento masivo.
Equidad de género y liderazgo matrilineal o comunitario.

Estos pueblos no tenían un Estado como lo concebimos hoy. No existían jerarquías rígidas ni grandes diferencias de riqueza. Sus rituales religiosos estaban centrados en la vida, la fertilidad y la naturaleza, no en la violencia ni en el control social.
En Creta, por ejemplo, se desarrolló una gran civilización que contaba con ciudades planeadas, infraestructura sanitaria y sistemas de irrigación. Sin embargo, no existían grandes palacios ni tumbas monumentales que denotaran reyes absolutistas, y la iconografía no mostraba escenas de conquista o sumisión. El arte reflejaba una cosmovisión celebratoria y pacífica.
Esto demuestra que las sociedades humanas pueden alcanzar altos niveles de organización y sofisticación sin necesidad de un aparato estatal coercitivo.
¿Cómo y por qué surge el Estado entonces?
Aunque Engels interpretó el surgimiento del Estado como consecuencia del desarrollo económico interno (excedente y propiedad privada), los hallazgos arqueológicos actuales sugieren que la irrupción violenta externa jugó un papel decisivo.
Según Gimbutas, los pueblos kurganes (pastores guerreros provenientes de las estepas euroasiáticas) invadieron Europa entre 4500 y 2800 a.C., imponiendo un modelo patriarcal, jerárquico y militarizado. Trajeron consigo la metalurgia avanzada y el uso del caballo, herramientas clave para la guerra.
Esta transición no fue pacífica. Los pueblos pacíficos de la Antigua Europa fueron subyugados, sus formas de vida comunales desmanteladas y reemplazadas por sistemas jerárquicos basados en el control de la tierra y el monopolio de la violencia. Así, se consolidaron las bases del Estado.
En otras palabras, el Estado no emergió únicamente por evolución productiva interna, sino como respuesta a invasiones y procesos violentos de dominación. La concentración de poder en una élite guerrera dio lugar a estructuras estatales que garantizaron la continuidad de las nuevas desigualdades y legitimaron la opresión.
El Estado y el patriarcado: alianzas históricas
Engels ya había identificado la conexión entre el surgimiento del Estado y el patriarcado, aunque no contaba con toda la evidencia arqueológica disponible hoy.
En las sociedades neolíticas, la organización era frecuentemente matrilineal y centrada en el cuidado. Con el establecimiento de la propiedad privada y la transmisión hereditaria de bienes, la estructura familiar cambió radicalmente: se consolidó la familia patriarcal.
El patriarcado garantizaba la transmisión de la propiedad a través de la línea masculina, reforzando la opresión de las mujeres y su confinamiento al espacio doméstico. Según Santos del Prado, el Estado, el patriarcado y la gran propiedad privada forman una "tríada histórica de dominación", que sigue vigente hasta nuestros días.
Reinterpretar el Estado: poder como cuidado vs poder como control
Una de las contribuciones más profundas de las nuevas investigaciones es la distinción entre dos formas de poder:
Poder como cuidado: presente en las sociedades comunales y matrilineales. Se basa en la cooperación, la equidad y la sostenibilidad.
Poder como control: surge con el Estado y se caracteriza por la coerción, la violencia y la desigualdad.

En Creta, por ejemplo, el poder no se asociaba al sometimiento, sino a la responsabilidad colectiva y al bienestar común. De hecho, no hay evidencia de grandes ejércitos ni guerras expansionistas durante siglos.
Esto demuestra que el poder no tiene por qué ser sinónimo de violencia. Otras formas de organización son posibles y han existido históricamente.
Conclusión: desnaturalizar el Estado para imaginar el futuro
El Estado, desde la visión de Engels y confirmado por la antropología actual, no es una institución natural ni eterna. Su surgimiento está ligado a momentos concretos de acumulación, invasión y consolidación de la desigualdad.
Comprender este origen no es solo un ejercicio académico, sino una herramienta política y ética. Si reconocemos que existieron sociedades sin Estado, sin patriarcado y sin jerarquías extremas, podemos imaginar y construir alternativas más justas, cooperativas y sostenibles.

Engels ya lo anticipó: si el Estado surgió en un momento específico por causas históricas, también puede desaparecer cuando esas causas se superen. La historia no nos condena a repetir formas opresivas, sino que nos ofrece ejemplos de creatividad social que pueden inspirarnos para el futuro.
Referencias:
Engels, F. (1884). El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Recuperado de
Santos del Prado González, G. (2020). Actualidad de Federico Engels: los orígenes de la familia, la propiedad privada y el Estado. Religación. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 5(23), 51-62. Recuperado de https://revista.religacion.com/index.php/religacion/article/view/595/563
Childe, V. G. (1986). Los orígenes de la civilización. México: Siglo XXI Editores.
Guerrero Torres, M., & Vacaro Fernández, G. (2006). El origen del Estado. Revista Estudios Sociales, (25), 5-20. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2020484.pdf
Pando Moreno, A. (2021). El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de Friedrich Engels como teoría de la transición y de la reproducción social. Recuperado de https://old.marxismo.mx/node/3130
La Izquierda Diario. (s.f.). ¿Qué se puede leer? El origen del Estado bajo la mirada de Engels. Recuperado de https://www.laizquierdadiario.mx/El-origen-del-Estado-bajo-la-mirada-de-Engels
Concepto de Comunismo primitivo. - Recuperado de https://concepto.de/comunismo-primitivo/

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